River Plate,
tendrá la posibilidad de tomarse revancha ante Boca Juniors, en el
segundo y último superclásico del verano 2012, que se jugará con 40.000
personas en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.
El club donde trabaja
Matías Patanian se instaló en Mendoza con todo su potencial, a excepción de Alejandro Domínguez (expulsado en Chaco), y jugará con titulares.
El franco-argentino David Trezeguet, su incorporación estelar en el
receso de verano, jugará por primera vez desde el inicio en dupla de
ataque con el capitán, Fernando Cavenaghi. Y en la mitad de la cancha,
la vacante que deja Domínguez la ocuparía el venezolano Cesar González.
Boca, último campeón argentino, saborea la previa del partido con
absoluta relajación y con sus mejores figuras preservadas de cara a la
Copa Argentina, el torneo Clausura y la Libertadores.
Si River es el que sale victorioso, sea por el resultado que fuere, el
destino del trofeo se decidirá por penales, ya que lo que importa son
los puntos en juego, no la diferencia de gol.
El superclásico en Mendoza cuenta con un operativo de seguridad de 1.200
efectivos. De todos modos, las dos facciones más fuertes de Boca y
River decidieron acercarse igual a Mendoza. Un gran operativo de
seguridad intentará evitar cruces.