En su sitio personal, en relación a lo que dejo el 2012 para River, Matías Patanian señala: Año que arroja dos caras de una misma moneda. La primera mitad, en un lugar que no vale la pena recordar en estas líneas por más que nos haya generado una herida imposible de cerrar.
La segunda, aún en curso, en nuestro histórico espacio de pertenencia.
Sin embargo, hablo de una misma moneda porque ni antes ni ahora, River transita por los senderos de grandeza que lo caracterizaron a lo largo de casi toda su historia.
Y el 2012 , al igual que gran parte de los últimos años, nos tuvo y nos tiene alejados de esas dos premisas, con jugadores que no dan el pinet, con planteos que difieren de una semana a otra y no llegan a consolidar la idea de un equipo y con 6 lesiones ligamentarias que marcan un récord preocupante y obligan a los responsables a dar una respuesta clara y consistente.